Pronunciamiento de solidaridad con las víctimas del conflicto de la República Democrática del Congo
San Salvador, 11 de Febrero de 202
A la comunidad internacional, a la ciudadanía en el ámbito global
A quienes luchan y resisten desde sus territorios, a los medios de comunicación y periodistas independientes.
Desde el Grupo Impulsor Nacional de la Resolución 2250- El Salvador, expresamos nuestra preocupación y hacemos un fuerte llamado a la comunidad internacional para actuar en base al derecho internacional, La Declaración Universal de los Derechos Humanos, los protocolos de ayuda humanitaria y los mecanismos de resolución de conflictos, ante la intensificación de los conflictos y la ola de violencia que está sucediendo en la República Democrática del Congo, especialmente en las regiones de North Kivu y South Kivu, donde se necesitan urgentemente soluciones eficaces para restaurar una paz duradera.
El conflicto en la República Democrática del Congo a lo largo de los años ha dejado a más ocho millones de personas expulsadas de sus hogares y actualmente la crisis humanitaria resultante ha dejado sin acceso a los servicios públicos de agua potable y electricidad, el cierre de escuelas y hospitales y violencia contra personas civiles, mediante ataques armados en los campamentos de desplazados.
Nos solidarizamos con la Coalición Nacional de Jóvenes, Paz y Seguridad de la República Democrática del Congo (CJPS RDC), la cual expresa el llamado a : 1) Respetar y proteger a las poblaciones civiles de conformidad con el derecho internacional humanitario (DIH); 2) Garantizar los derechos fundamentales de conformidad con los instrumentos internacionales de derechos humanos; 3) Implementar los compromisos de la Agenda de Juventud, Paz y Seguridad (YPS); 4) Respetar los derechos de los sobrevivientes, garantizando acceso a la justicia y brindarles el apoyo urgente; 5) Garantizar que la asistencia humanitaria se adhiera a los principios de neutralidad e imparcialidad; 6) Sancionar las violaciones de conformidad con las obligaciones internacionales sobre los responsables de violaciones de derechos humanos y crímenes de guerra, incluidos los Estados cómplices, los cuales deben enfrentar investigaciones independientes y sanciones específicas de conformidad con el Estatuto de Roma y los mecanismos de la Corte Penal Internacional (CPI).
Consideramos que el resultado de los conflictos requiere abordar las causas estructurales de desigualdad, empobrecimiento y un modelo de desarrollo que promueve una cultura de privilegios, extractivismos sobre el bien común de los pueblos. Afirmamos, que las Naciones Unidas tiene un rol importante por mantener la paz y la seguridad internacional y luchar por el derecho a vivir en paz en un planeta sano.
Finalmente es importante seguir insistiendo, persistiendo y nunca desistir para construir sociedades y un mundo justo, equitativo y en paz para las generaciones presentes y venideras.